Víctor de Currea-Lugo | 9 de agosto de 2022
En los servicios de urgencias del Hospital San Juan de Dios aprendimos que había que correr, que había que priorizar lo urgente sobre lo importante, sin olvidar lo último. Las decisiones se medían en vidas humanas. Así deben ser estos primeros días del Gobierno de Petro.
Ya llegó al Gobierno el Pacto Histórico. Ya Petro dejó claro que los resultados se miden en vidas y no en muertes. Pero Petro no parte de cero, sino con una deuda de miles y miles de cosas mal hechas y de cosas sin hacer.
Recuerdo que los servicios de salud cambiaron gracias a la ley 100 y lo importante dejó de ser la vida para volverse el carnet de la EPS, la autorización del traslado, el recibo del copago y cosas similares. Y, como dijo el viejo Marx, “…toda relación humana ha sido ya reducida a relación de mercado”. Por eso, esencialmente por eso, hay que reformar la salud.
En las Fuerzas Armadas, que ya conocíamos en su crueldad desde muy temprana edad, se llegó a prácticas inéditas, como los llamados «falsos positivos» que, de nuevo, pusieron el foco de importancia en el número, el indicador de gestión de la muerte.
Petro hereda todo esto y no es fácil tratar de timonear un armatoste tan grande, lento y mañoso como es el Estado colombiano. Las reformas tienen que pasar por un trámite legal, las pugnas de poder se mantienen con una oposición al cambio que está vivita y coleando, la impaciencia de la sociedad se entiende. Demasiadas esperanzas mezcladas con miedos.
Pero hay una lista, inconclusa, que no da espera. Hay cosas sangrantes que requieren decisiones ejecutivas y no legislativas, que no esperan un pupitrazo sino que se resuelven con una orden, total, para eso es el poder. La gente quiere ya reformas que toman tiempo (por ejemplo, poner a las iglesias a pagar impuestos), pero hay unas que permiten ver inmediatamente la voluntad política del nuevo Gobierno.
Como en los servicios de urgencias, las uñas encarnadas se esperan y las cirugías para remplazar la cadera toca programada, pero hay cosas que claman al cielo. Aquí me permito colocar algunas cosas, como simbolismo y como realidad, que la gente pide.
1) Detener el asesinato del liderazgo social, ese punto está muy claro y bajo la coordinación del senador Iván Cepeda entregaron un plan de emergencia en ese sentido,
2) Ordenar la suspensión de cacería de jóvenes para ser reclutados por las Fuerzas Armadas. Eso es una orden del ministro de Defensa que garantiza que el temor de los muchachos disminuya y que cese el reclutamiento forzado en estaciones de transporte y calles del país,
3) La atención inmediata a desplazamientos y víctimas de desastres. Las instituciones comprometidas en la acción humanitaria para las víctimas deben recibir órdenes directas e inmediatas. No podemos seguir viendo el trasegar de personas huyendo de la guerra y de los desastres sin que el Estado haga presencia. Ya habrá tiempo para las reformas de esas instituciones, pero hoy toca correr,
4) Hacer frente a las masacres. Los responsables de las Fuerzas Armadas del área donde suceda una masacre deben ser inmediatamente removidos. Y si hay terceros financiando o apoyando desde el Estado, ser igualmente destituidos. Sería un mensaje claro de cero impunidad. Además, remover militares policías y autoridades cómplices con el paramilitarismo y el confinamiento, para que pueda ingresar la solución humanitaria,
5) Abrir efectivamente la frontera colombo-venezolana. Cada día implica pérdidas económicas. Y no me digan que habrá caos porque ese ya existe en las decenas de trochas fronterizas donde son los grupos armados los que deciden todo,
6) Enviar una orden a las EPS estableciendo fechas para que saneen sus deudas con los hospitales. La plata está. La Superintendencia de Salud debe mostrar sus potencialidades y dejar de ser una institución complaciente,
7) El Ministerio de Educación tiene que anunciar medidas penales contra quienes comercien con el Programa de Alimentación Escolar (PAE). No es admisible un día más con alimentación escolar basada en comida podrida,
8) Desmonte inmediato del ESMAD. Se puede,
9) Lucha contra el hambre. Se tienen los datos, conocemos los sitios donde el hambre apremia. Por ejemplo, ya debe salir comida para La Guajira y el Chocó. Los que no conocen el hambre sino, si acaso, el apetito, dicen que eso es “asistencialismo”. Ni un muerto más por hambre,
10) Liberar a las personas injustamente detenidas. Trabajar hacia un modelo que detenga a los culpables y no al que le parece sospechoso al poder local es una cosa a largo plazo, pero las gente de primera línea y las víctimas de tantas injusticias deberían ganar pronto la libertad,
11) Prohibir ya la deforestación del amazonas. La protección del medio ambiente no da espera. A nivel de todo el país, cada día son más y más hectáreas destruidas y eso representa además un impacto mundial,
12) Renta básica, especialmente pensando en mujeres cabeza de hogar y en población en zona rural. Tenemos claro los sitios de pobreza extrema, que no dan espera. Así mismo, atención inmediata a personas de la tercera edad y/o en condición de calle, de soledad permanente y con cero ingresos.
13) Intervenir el ICBF. Las noticias que llegan de esa institución son inhumanas. Se requiere una declaración de reforma inmediata que demorará un tiempo, pero su anuncio debe ser un mensaje y una prioridad,
14) Confirmación presidencial de la decisión de prohibición de la fumigación con glifosato y del fracking,
15) Suspensión inmediata de las deudas ante el ICETEX, hasta que el organismo redefina su política de subsidios para la educación,
16) Frenar todas las solicitudes de despidos masivos que reposan en el Ministerio del Trabajo. Son muchas, de muchos sectores, incluidos bancos,
17) Ponga usted la suya,
PD) Condenar públicamente el asesinato de civiles palestinos a manos del Ejército de Israel y en contra del derecho internacional,
Ya sé que la lista NO es de todas las cosas esenciales, ni tampoco del cambio del modelo neoliberal. No pretende serlo. No incluyo las reformas anunciadas, sino digamos las cosas que sí se pueden hacer ya.
Esta es, pues, una lista de cosas construida a partir de mis seguidores de Twitter que me dieron ideas, en ese sentido es una creación colectiva. Quité las cosas que toman meses o que requieren un largo camino burocrático y dejé algunas que encajan con la promesa de Petro, con su llamado a la paz social y ambiental. Claro, ayúdenme a la difusión con énfasis en el punto 17. Fin del comunicado.