Venezuela: «Aquí fracasó el modelo»

Víctor de Currea-Lugo | 3 de abril de 2014

Américo Martín, exguerrillero y analista político venezolano, dice que el país atraviesa por una dura situación económica y social: “¡Esto de socialismo no tiene un carajo!”, asegura. Américo Martín fue dirigente estudiantil, guerrillero y candidato presidencial; hoy es columnista, político y, ante todo, un buen conversador.

A pocas cuadras de la plaza Altamira, donde se suele concentrar la oposición al gobierno de Nicolás Maduro, le contó a El Espectador cómo va el proceso venezolano, dos meses después de iniciadas las protestas que dejan 39 muertos, 500 heridos y casi cien denuncias por violaciones de derechos humanos.

¿Qué está pasando en Venezuela?

Aquí fracasó el modelo. No es el caso de Lula, que ha emocionado y ha decepcionado, pero nadie puede decir que su modelo haya fracasado. El modelo de Venezuela sí. Tenemos la inflación más grande del mundo. Aquí el déficit fiscal es de 15 puntos del PIB. Pdvsa, que antes le daba dinero al Banco Central, ahora se lo debe. Hoy el 80% de los artículos que se consumen en el país se importan. La agricultura y la manufactura están por el suelo. Fidel Castro sostenía la tesis de la liquidación del latifundio, pero respetando las empresas productivas, si no decretamos el hambre. Aquí, la frontera agrícola se redujo 40%. Venezuela era exportador de aluminio y ahora no exporta ni un alambre. Todas las empresas estatizadas tienen saldos rojos. Aclaro que no estoy de acuerdo con privatizar Pdvsa; es un problema de gestión, no de que sea estatal.

¿Cuáles son las bases del modelo venezolano?

El espinazo del modelo son las estatizaciones, la invasión de fincas productivas, la cogestión y la autogestión, y las empresas de producción social, además de los mecanismos de control cambiario y control de precios. El llamado socialismo del siglo XXI se basaba en la sustitución del sector privado por un sector autogestionario, no basado en el lucro. Chávez creó más de 200.000 cooperativas y más del 80% ya desaparecieron. Luego las sustituyeron por las “empresas de producción social”, que también fracasaron.

La “razón” por la cual se ha suprimido la prensa, se ha estrangulado la autonomía de las universidades y se ha alterado todo el procedimiento electoral fue ese modelo. La revolución exigía esos sacrificios para conducirnos a la “suprema felicidad”. Esa ilusión mantuvo la adhesión, pero el deterioro era inminente. Hoy, el sector privado, 60% de la economía, está a punto —hasta cierto grado— de desaparecer.

 ¿Cómo están las alianzas regionales de Venezuela?

Varios países están atados a Venezuela por la dependencia petrolera. Yo hasta entiendo esa vaina: uno hace uso de lo que tiene. La idea chavista era crear una red de incidencia en América Latina. Al comienzo por cercanía ideológica; pero después eso se perdió, la ideología no caló en ninguna parte: Nicaragua sigue su propio rumbo, mantiene el TLC con los Estados Unidos y respeta la empresa privada arrechamente. En Ecuador, la economía se basa en el dólar. En Cuba hay un retroceso en el modelo.

Venezuela vive de vender petróleo. ¿Cómo está ese sector?

Pdvsa vende a un precio muy bajo a sus países amigos, con un período de pago muy largo e intereses risibles. Algunas de esas deudas se pagan con servicios que desplazan a los trabajadores venezolanos, como en el caso de los médicos.

La gestión interna es igual: hoy Venezuela produce 2,8 millones de barriles al día con 120.000 trabajadores, y antes de Chávez producía 3,2 millones de barriles con 45.000 trabajadores. Esto es un clientelismo del carajo entre ellos, pero despidieron más de 22.000 trabajadores de primera línea en Pdvsa. Por cada 100 dólares que entran por exportaciones, 96 vienen del petróleo. Venezuela no exporta nada más.

¿Van a continuar las manifestaciones?

Maduro creía que era una vaina sólo de estudiantes y no es así. El Gobierno tiene una vocación de pensamiento único, pero tiene diferencias internas muy poderosas. Es un pensamiento único que se divide; nosotros, la oposición, somos pensamientos distintos que se unen. En la Mesa de Unidad Democrática (MUD) hay 16 partidos. En las primarias de la oposición votaron más de 3 millones de electores entre siete ofertas. La oposición tiene garantizada la unidad para las cosas importantes.

Publicado originalmente en El Espectador: https://www.elespectador.com/noticias/elmundo/aqui-fracaso-el-modelo-articulo-484827