¿Qué piensan los grupos de la resistencia palestina?

Hamas, Hizbollah, Jihad Islámico, FDLP y FPLP

Víctor de Currea-Lugo | 30 de abril de 2024

Hay una definición de resistencia que sobrepasa por completo la lucha armada, así me lo dijeron activistas sociales, refugiados, religiosos de diferentes congregaciones, voceros de organizaciones políticas y gente de a pie, para los cuales la resistencia es también (y a veces más importante que la lucha armada) la defensa de la cultura palestina, la comida, el lenguaje, el baile y, por supuesto, el fuego del sueño del retorno.

Ya en lo militar hay varios grupos: las Brigadas de Al-Qassam son el brazo armado de Hamas; las Brigadas Al-Quds que son el brazo armado del Movimiento Jihad Islámico; las Brigadas Salah-Adin son de los Comités de Resistencia Popular; las Brigadas de Ansar son dirigidas por un sector de Al-Fatah, y otro sector dirige las Brigadas Mártires de Al-Aqsa.

El Frente Popular para la Liberación de Palestina cuenta con las Brigadas Abu Alí Mustafa; el Frente Democrático para la Liberación de Palestina tiene las Brigadas de Resistencia Nacional, también llamadas Fuerzas del Mártir Omar Al-Qassem.

La resistencia es algo que va más allá de los fusiles, pero aquí hay un espacio para los que están luchando desde la resistencia armada. El temor que produce la resistencia en el sionismo es grande, porque puede precipitar una escalada regional que no quieren y porque su capacidad militar es relevante.

Aquí puede descargar las entrevistas en árabe, en inglés y en francés 

El Movimiento Jihad Islámico

El Movimiento Jihad Islámico es menos conocido que Hamas, aunque es la segunda fuerza político-militar de Gaza. El sheik Ali Abou Shahin , miembro del buró político del Jihad, me concedió una entrevista de donde se pueden extraer líneas de la política de su organización.

Resistencia palestina
Foto: Víctor de Currea-Lugo

El nombre Jihad (que significa esfuerzo) ha sido muy distorsionado en Occidente, donde lo definen, de manera equivocada y hasta malintencionada, como guerra. Una de mis primeras preguntas es sobre el balance entre el islam y el nacionalismo dentro de su movimiento y me responde: “Somos un movimiento nacional; nuestra mirada del mundo está basada en el islam. A veces no es fácil separar la identidad nacional de la identidad religiosa; pero eso no implica crear un Estado religioso, un Estado islámico. En términos políticos, somos un movimiento de liberación nacional; nunca hemos peleado más allá de la geografía de Palestina”.

Me aclara que tampoco pelean contra Israel porque sean judíos, “sino porque son ocupantes. Cada cual es libre de creer en que lo quiera; el mismo Corán dice que no se puede imponer la fe por medio de la fuerza; pero una cosa es una fe y otra quién es mi ocupante”.

“Nuestro movimiento existe porque existe una ocupación a la que debemos resistir”, agrega. Por esa ocupación los palestinos están dispersos, unos en países cercanos y otros en las regiones más apartadas. Y hay un grupo de palestinos que todavía vive en Palestina, “expuesto a detenciones, asesinatos y represión”.

En los análisis siempre aparecen elementos históricos determinantes: “Reino Unido, desde antes de la Segunda Guerra Mundial, siguiendo su propia agenda, ayudó a reubicar a los judíos en el territorio de Palestina y lo hizo a expensas del pueblo palestino”. Reafirma que Palestina fue tomada a la fuerza, “a través de masacres.

Esas masacres trataron de ser encubiertas y esperaban que los palestinos se quedaran callados”. Pero no lo hicieron. “Como movimiento de liberación nacional, tenemos el derecho a resistir, como lo reconoce el derecho internacional”, y cita, como ejemplo, la resistencia francesa contra los nazis.

Participan, desde el comienzo, en la operación Diluvio de Al-Aqsa. “No somos un ejército regular; resistimos como parte de nuestro derecho a la legítima defensa”, pero antes de esta acción, como él lo menciona, han visto y padecido el deterioro progresivo de la situación en su tierra.

Considera que el 7 de octubre los palestinos no hicieron un ataque, sino un acto de defensa, después de años y años de ataques por parte de Israel. “La narrativa que presenta Israel es de víctima de un ataque, pero eso no es así. Israel es el opresor, el ocupante, el agresor. Y a pesar de Estados Unidos y de la asimetría militar, seguiremos resistiendo”.

Ante el dilema de uno o dos Estados, me responde: “el dilema real es si perder la tierra o liberarse de la ocupación”. El otro problema es que “Israel no acepta la creación de un Estado palestino”.

Las relaciones con otros sectores palestinos a veces han sido tensas, especialmente con la Autoridad Palestina. “Nosotros luchamos por la unidad interna, tanto en el campo de batalla como en la arena política. Al-Fatah continúa su camino de negociación, nosotros no vemos resultados; pero ante todo estamos por el diálogo interno entre los palestinos”.

El Movimiento Jihad es más cercano a la identidad de Hamas que de otras organizaciones: “En nuestra relación con otras brigadas, especialmente las de Hamas, tenemos una muy alta coordinación tanto en Gaza como en Cisjordania. Con Hamas compartimos que somos grupos de resistencia, movimientos musulmanes y palestinos. A veces podemos estar en desacuerdo en cosas tácticas o pequeñas diferencias; pero nuestra estrategia es la misma”. Por ejemplo, “en las elecciones de 2006 nosotros decidimos no participar; son más diferencias de opiniones”.

El desarrollo de la resistencia en Gaza contrasta con cierto tipo de silencio en Cisjordania, así que planteo la posibilidad de una tercera intifada. El sheik Ali me aclara: “debemos empezar por recordar las luchas ya dadas por y en Cisjordania, sin olvidar que las operaciones israelíes contra Cisjordania son constantes. Hoy hay una nueva realidad. No estamos en la misma generación de la anterior intifada, pero es claro que se viene un nuevo levantamiento”.

¿Es realmente este un nuevo contexto? Lo pregunto porque veces la lucha palestina parece que se repitiera como un bucle, como si no avanzara. Él me contesta que el pueblo palestino “cree en la resistencia porque quieren cambiar la realidad y porque hemos visto resultados. Estados Unidos quiere cambiar la geografía de Oriente Medio, empezando por Gaza”.

El Frente Democrático para la Liberación de Palestina, FDLP

El Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP) es una de las organizaciones de la resistencia establecida hace 54 años, tiempo en el cual ha participado en numerosas operaciones militares y tiene más de 400 mártires. Otros 7.000 de sus miembros han estado en las cárceles israelíes. Estas cifras surgen de mi diálogo con Ali Faysal, miembro del Buró Político del FDLP y vicepresidente del Consejo Nacional Palestino, el parlamento palestino.

Resistencia palestina
Foto: Víctor de Currea-Lugo

El FDLP es un partido político de izquierda que hace parte de una organización más grande y más conocida: la OLP. Y ser parte de la OLP implica una lucha por la representación de diferentes sectores en la vocería palestina, basándose en dos elementos: “resistencia y unidad”.

A la vez, el FDLP tiene su propio brazo armado, las Brigadas de Resistencia Nacional, también conocidas como las Fuerzas del Mártir Omar Al-Qassem, que hace parte de la resistencia armada y comparte espacios políticos y militares con Hamas en Gaza. Después del 7 de octubre, este grupo insiste en que lo principal es la lucha contra la ocupación; “el resto es secundario”.

En Cisjordania, el Frente también ha estado resistiendo, allí ha puesto mártires y personas capturadas. Para el Frente, “no puede haber un Estado en Cisjordania sin Gaza, ni un Estado palestino en Gaza sin Cisjordania; y ninguno de los dos sin Jerusalén como capital”.

Las Brigadas del FDLP también estuvieron presentes en la Operación de octubre de 2023 desde el primer momento, combatiendo al Ejército israelí. La Operación Diluvio de Al-Aqsa, me dice Alí Faysal, “es una batalla de todas las facciones de la resistencia y de todo el pueblo palestino”. La describe como “un golpe directo a las bases fundacionales” del Estado sionista y también “contra el continuo crecimiento de asentamientos”. La ocupación busca “el desplazamiento masivo de nuestro pueblo al desierto del Sinaí”.

El FDLP defiende el derecho a la autodeterminación y a Jerusalén como capital del Estado de Palestina. Alí Faysal desmiente el mito sionista de que “Palestina es la tierra sin pueblo para el pueblo sin tierra”.

El sionismo se construyó desde la ocupación forzada de un pueblo en la tierra de otro, lo que explica la limpieza étnica. Y eso es lo que quieren repetir en Gaza, “un escenario colonial”. Agrega: “Israel ha sido incapaz de ganar”, a pesar de la ayuda de Estados Unidos.

El FDLP es una prueba de que no hay unos palestinos de Gaza y otros de Cisjordania (él llama a ese discurso “una creación de Hollywood”), que hay más vasos comunicantes entre los diferentes sectores palestinos de los que conocemos y que no se trata de una dicotomía (OLP versus Hamas) sino que el panorama político palestino es más complejo.

La Operación, aclara, “no solo profundizó la identidad nacional palestina, sino que puso de nuevo la lucha palestina en primer lugar en la opinión pública del mundo árabe y del mundo en general”.

Las diferencias del FDLP con otros grupos palestinos se dieron en los diálogos de Madrid con Israel, especialmente porque no se abordaba de manera adecuada el tema de los asentamientos. “Oslo buscó convertir Cisjordania en una tierra ‘en disputa’ más que en una tierra de la causa palestina” (lo dice por la división de las zonas A, B y C), lo que fue aprovechado por Israel para ampliar su política de asentamientos. Me queda claro que ni este tema ni el de los refugiados serán olvidados por ellos en una eventual negociación.

Otro error de Oslo fue “dejar la economía palestina sometida a la economía israelí: ni moneda propia, ni industrialización, ni producción nacional. Todas las exportaciones van a través de puertos israelíes”. Sin economía propia no puede haber soberanía.

El FDLP no reconoce como válido lo que se ha firmado con Israel, mientras Israel siga deteniendo y matando palestinos. Parte de su lucha actual en el campo diplomático es el reconocimiento de Palestina como Estado pleno ante la ONU y no, como está hoy en día, solo como Estado observador.

Pregunto sobre las diferencias con otros sectores de la OLP, como la visión sobre la resistencia y sobre los Acuerdos de Oslo, y Ali Faysal me responde: “la OLP es la representante de todos los palestinos y dentro de ella debemos resolver las diferencias”, no por fuera, “incluso la OLP debería incluir a Jihad Islámico y a Hamas”.

Insiste que “como izquierdistas, laicos y socialistas, creemos que el cambio debe venir desde adentro; creemos en la unidad, en el debate de las contradicciones”. El Frente propone dos pasos, ante la imposibilidad de desarrollar unas elecciones: una dirección palestina incluyente de todas las facciones y una estrategia común que apunte a “establecer un liderazgo unificado para la resistencia popular”. Esos pasos buscarían un replanteamiento de la actual Autoridad Palestina.

El Partido de Allah, Hizbollah

Hizbollah es una organización muy disciplinada. Sus militantes son poco dados a dar declaraciones oficiales sin autorización y menos en tiempos de guerra. Pero hay analistas políticos con autoridad reconocida por este grupo para hablar de él, sin que necesariamente estén en sus filas. Es el caso de Hassan Elayam, del Encuentro Nacional de Medios de Comunicación.

resistencia palestina
Foto: Víctor de Currea-Lugo

Empecé preguntando por la naturaleza de Hizbollah, que en Occidente es presentado como un grupo terrorista. Su respuesta se basó en las citas al derecho a la resistencia y al marco jurídico sobre la legitimidad de un pueblo a expulsar a los ocupantes de su tierra: “Pero cuando ese derecho es visto desde Occidente, todo depende de sus intereses y, así, todo grupo de resistencia es presentado como terrorista”. Esa es la agenda de Estados Unidos.

La permanencia del Estado israelí en la región no sería posible sin el apoyo del colonialismo británico, francés y estadounidense; por ese apoyo “Israel no ha cumplido ni una sola de las resoluciones de las Naciones Unidas sobre el tema palestino desde 1947”. Me dice: “la resistencia palestina empezó mucho antes del plan de partición del territorio, empezó en la lucha contra el dominio colonial británico”, el cual hizo posible la creación del proyecto sionista. No es, entonces, una causa reciente.

Como en otras organizaciones de Oriente Medio, hay una presunta tensión entre su discurso nacionalista y su explícita apuesta por el islam. Hassan señala que “Los movimientos de resistencia han demostrado resultados, y los más efectivos son los que tienen un componente religioso. Para Hizbollah, no es necesario separar el componente político del religioso”. Esa naturaleza dual la ven como una ventaja y no como una desventaja. Aunque este grupo tiene una fe, actúa en el Líbano bajo una premisa de “cálculo nacional para defender el suelo nacional”.

Un tema inevitable es la guerra contra Israel de 2006, también como un espacio de aprendizaje militar. “Hizbollah está aprendiendo desde 1982. Al comienzo eran pequeñas células, sin la capacidad política que vemos hoy. Tiene una clara jerarquía; aprendió de 2006, pero también de la guerra en Siria”. Si Hizbollah expulsó a Israel del Líbano en 2000 y le plantó cara en 2006, es posible que en 2023 sea un enemigo mucho más fuerte.

Pero esa fortaleza propia suele asociarse a ser una supuesta “caricatura de Irán”. Sobre esto Hassan insiste en que “Hizbollah actúa de manera independiente, que es un partido político que actúa bajo su propia voluntad”, pero señala que se intenta fomentar la narrativa del eje del mal: todos los grupos de la región son terroristas que dependen de Irán. “La verdad es que la Operación Diluvio de Al-Aqsa es 100% palestina”.

Pero esa resistencia, aunque pelee sobre una geografía nacional, se expande en la región de manera coordinada, en especial en Siria, Irak, Irán, Líbano, Yemen y Palestina. Hizbollah ha dicho que si continúan los ataques a civiles en el Líbano o si se percibe un fracaso de la resistencia en Gaza entraría en la guerra de lleno. ¿Será eso cierto?, pregunto. Para él, “Estados Unidos e Israel saben de la importancia de la resistencia y de su capacidad en la frontera entre el Líbano e Israel. Sin duda, si Gaza necesita el apoyo, Hizbollah entrará de lleno”.

No solo se trata de que la resistencia pueda golpear, por eso pregunto sobre las posibilidades reales de ganar, no desde el deseo, sino desde un cálculo más racional. Mi entrevistado sonríe casi sin dejarme acabar la pregunta para responder: “por supuesto hay diferencias militares de capacidad, pero la resistencia se mueve por una real convicción, mientras el enemigo está luchando sin la voluntad necesaria. Si se hubiera basado solo en cálculos militares, entonces Hamas no hubiera hecho nada de lo que ha hecho desde el 7 de octubre”.

Palestina es, desde entonces, la noticia mundial y lo será por mucho tiempo, al menos, mientras Israel esté en riesgo. “La Operación del Diluvio de Al-Aqsa hay que estudiarla como una experiencia exitosa”, tomando en cuenta que pareciera ser fruto más de la voluntad que de un cálculo racional. Me queda la sensación de que la resistencia es más un sentimiento que un paquete de ideas.

Además de esta entrevista formal, interactué con gente de Hizbollah que me iba soltando elementos para el debate. Esas voces, de sus militantes, aportan más análisis, aunque me piden que no los cite y menos como fuente oficial. Con esta aclaración, comparto aquí algunos temas que se respiran dentro de Hizbollah.

“Hizbollah es una fuerza de resistencia. Son la gente de estos pueblos (del sur del Líbano) que expulsaron a Israel en el año 2000. Aquí, durante los años 80 y 90, Hizbollah se enfrentó en guerra de guerrillas a la ocupación de Israel”. En 2006, Hizbollah aprendió la importancia de tener más entrenamiento, más tecnología, más armamento. Como Israel perdió en 2006, sabemos que hay una agenda pendiente. En Siria, “Hizbollah peleó como un ejército, aprendió de la clásica guerra y a usar una gran variedad de armas”. “Israel sabe que todo esto ha hecho a Hizbollah más un ejército que un grupo pequeño”.

En esa resistencia, Hamas es el gran protagonista. “Cualquiera que luche contra Israel es nuestro amigo, nuestro hermano. No reparamos en que ellos (Hamas) sean suníes y nosotros (Hizbollah) seamos chiíes; eso no es un problema, no es un asunto religioso”. Pero inmediatamente aparece la relación de Hizbollah con Irán: “Nosotros somos un partido político libanés. Irán es un aliado, no un jefe”.

Pregunto sobre cómo ven la entrada de Yemen en esta coyuntura. “Era esperable; llevan años peleando contra el sionismo y no tienen nada que perder; son nuestros primos”. Una de las personas con las que hablo destaca la posición estratégica de este país en el mar Rojo. “Parte de la norma musulmana es defender la umma -la comunidad musulmana-, lo que no hacen otros musulmanes”. Asimismo, hay expectativas sobre las Brigadas de Irak y de Siria que se han declarado parte de la resistencia. Y me menciona el apoyo de Europa a Ucrania, “ese es el ejemplo que deberían seguir los demás árabes con los palestinos”.

Dentro del grupo no temen que el conflicto se extienda, pero no es lo deseable. Saben que podría ser el comienzo de la tercera guerra mundial. Saben que Israel no está descuidado, sino totalmente alerta. “Pero lo que funciona con Israel no es una guerra convencional, sino una guerra de guerrillas”.

Movimiento de Resistencia Islámica, Hamas

No fue fácil conseguir una entrevista con voceros autorizados de Hamas en el Líbano, pero finalmente pude hacerlo en Johannesburgo, Sudáfrica, en el marco de un acto de solidaridad con Palestina. Allí me reencontré con un médico, Basem Naim, que había entrevistado en un hospital de Gaza en 2008. Él me remitió a otro vocero oficial de Hamas, el responsable para Asia Occidental, Khaled Qadomi , quien estaba presente en la misma reunión.

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Foto: Víctor de Currea-Lugo

Era inevitable preguntar por la naturaleza de Hamas, y Khaled responde: “Hamas tiene tres pilares: ser palestinos, ser un movimiento de liberación nacional y creer en un islam que es tolerante. Esos tres pilares van de la mano”.

Una de las narrativas más extendidas, incluso entre personas del ámbito de las relaciones internacionales, es que Hamas fue creado por Israel y Estados Unidos, y no algo auténtico de los palestinos.

Al plantear tal hipótesis, mi entrevistado aclara: “Desde los años 70 se está discutiendo, en las calles palestinas, el concepto de lucha y sus objetivos en diferentes espacios: la cultura, la economía, los medios de comunicación, escuelas, sindicatos, partidos políticos…” y así me resume el nacimiento de Hamas “antes del nombre de Hamas”.

Luego de las intifadas, vinieron las elecciones de 2006. “Nuestra gente exigió nuestra participación en las elecciones de 2006, unas elecciones que contaron con la supervisión del mismo presidente Carter. Y ganamos. Pero no tuvimos la posibilidad de gobernar ni un día en paz, llegaron las medidas en contra, embargos y presiones. Castigaron a nuestra gente por su propia decisión (de haber votado por Hamas). No somos simplemente un partido político, sino una tendencia entre la gente, incluso más allá de Palestina; lo vemos en las marchas en todo el mundo en apoyo a la resistencia”.

En medio de esta entrevista, recuerdo mi experiencia en Gaza, donde vi que Hamas era mucho más que sus brigadas; es decir, más que un brazo armado. “Nosotros creemos en un concepto holístico de resistencia. El eje es la lucha armada porque estamos bajo una ocupación. Hemos explorado la negociación, amamos dialogar, solo queremos una vida respetable, pero no a costa de nuestros derechos”.

Hamas y la Autoridad Palestina han tenido una historia de desencuentros sobre la que debí preguntar. “Hoy no hay una sola palabra que nos aleje de la unidad; estamos todos unidos para detener la guerra. En Cisjordania la situación es peor, hemos perdido cientos de palestinos, la mezquita de Al-Aqsa está vacía, personas civiles están siendo detenidas, incrementaron el número de controles militares. Estamos unidos, no hay espacio para, en este momento, hablar de ideología o de política partidaria, estamos unidos en detener la agresión israelí”.

Una pregunta que he escuchado en muchos foros es si Hamas tuvo en cuenta, ante su campaña de octubre de 2023, la intensidad de la respuesta que podía dar Israel en el terreno militar, causándole tanto daño al pueblo palestino; así se lo planteo.

El vocero de Hamas me dice: “Recuerden cómo respondió Israel a la flotilla de la libertad: gente que venía, no a ayudar a Hamas, sino a los niños de Palestina. Israel les disparó. Esa es la real cara de Israel, que ha cometido crímenes durante 75 años. En 1948 borró 600 pueblos del mapa. Ese es el nuevo nazismo. El asesinato de civiles palestinos es responsabilidad de Israel (no de Hamas)”.

¿Es posible que estemos ante un Israel militarmente sobrevalorado y una resistencia subvalorada? “La lucha por la independencia no empieza por un cálculo de qué tan poderoso eres. Hemos estudiado muchos ejemplos, de los vietnamitas, de los filipinos, de la Revolución francesa, de los kamikazes japoneses, de todos los que han luchado contra el poder colonial. Tenemos un ejército pequeño, somos por lo menos 40.000 combatientes. De esos, solo 3.000 participaron en la acción del 7 de octubre. Y atacamos dos pilares del enemigo: la economía y la seguridad”, me explica el médico.

Y sobre sus tácticas de preparación para la operación reciente dice: “la construcción de túneles, la instalación de oxígeno, la fabricación de cohetes… todo lo hicimos desde cero, desde las piedras. Tenemos cohetes con 200 kilómetros de alcance” y con esa preparación “penetramos el borde electrificado entre Gaza y la Palestina ocupada; usamos paracaídas como si fueran jets. La necesidad es la madre de la creación”.

Ellos saben que no están solos. “Es un deber de toda voz racional en el mundo, no solo de musulmanes ni de árabes, cualquiera que comparta valores humanos debe apoyar nuestra causa. Nuestros amigos de Hizbollah, Irak y Yemen ofrecen su sangre”, dice y, además, destaca el papel de Hizbollah golpeando al Ejército israelí y produciendo desplazamientos de los asentamientos.

“Palestina merece más” porque estamos luchando una guerra global. “En el mundo, hay países como Colombia que están en las calles”, dice. Y me aclara: “No lo estoy halagando. (Los colombianos) sienten el dolor que nosotros sentimos, sabemos que han disminuido sus relaciones con Israel. Los colombianos son más árabes que los árabes y más musulmanes que los musulmanes y no tienen nada en común con nosotros, excepto sentimientos humanos”.

Frente Popular para la Liberación de Palestina, FPLP

El Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP) es una organización marxista, que combina la lucha política y la lucha armada. Hace parte de la OLP al tiempo que también hace parte de los grupos de resistencia armada que enfrentan la ocupación israelí.

FPDL

Contrario a otras partes del mundo, siempre he percibido que en Oriente Medio lo político y lo militar no son dos métodos que se excluyan, sino que, más que en cualquier otra parte, van de la mano.

Así me lo confirma el vocero del FPLP : “No podemos establecer fronteras que separen lo político y lo militar” ya que “en la lucha de liberación nacional se han entrelazado estrechamente dimensiones políticas y militares”.

El FPLP tiene un brazo armado, las Brigadas del Mártir Abu Ali Mustafa, que participó en la Operación Diluvio de Al-Aqsa y hace parte del eje que resiste a la invasión israelí. “Desde el primer momento del 7 de octubre de 2023, declaramos que la batalla del Diluvio de Al-Aqsa es una de las etapas de la lucha liderada por nuestro pueblo”.

Esta organización es marxista-leninista y desde esa ideología piensan la lucha palestina. “El pueblo palestino está librando su lucha contra el proyecto sionista como punta de lanza del imperialismo en la región. La victoria sobre este proyecto es, en realidad, una derrota de los intereses imperialistas, liderados por Estados Unidos, por lo que nuestra visión se establece sobre fundamentos de clases. La lista de enemigos está encabezada por la entidad sionista, sus aliados de las potencias imperialistas y los regímenes reaccionarios árabes”.

La siguiente discusión gira entorno al manejo de las tensiones internas en el bloque palestino, ante las contradicciones innegables que enfrenta. “Desde su fundación, el Frente Popular adoptó el diálogo democrático como base para dirigir y resolver las contradicciones o conflictos internos a nivel palestino”. Me aclara que el Frente “rechazó y nunca aceptó ser parte de coaliciones sectarias a expensas de la lucha contra el enemigo sionista”.

Para ellos, la unidad se basa en un “programa de resistencia” y desde allí proponen “cerrar filas, curar heridas, reducir la brecha y acercar puntos de vista entre fuerzas y destacamentos” entendiendo que “el diálogo y solo el diálogo democrático, es la base de cualquier solución a las disputas internas o contradicciones”.

Aunque hacen parte de esa coalición llamada OLP, se desmarcan de cualquier esperanza en los Acuerdos de Oslo: “el Acuerdo de Oslo no puso fin la entidad sionista, pero, lamentablemente, la Autoridad Palestina sigue aferrándose a este Acuerdo, del que no queda nada sobre el terreno”.

Subraya que “el colonialismo de ocupación no puede renunciar a su propio proyecto por sí solo, sino cuando esté obligado a hacerlo”. En ese sentido, caracteriza dichos Acuerdos como un espacio para “desmantelar y destruir la causa palestina como causa de liberación, convirtiéndola en cuestión de tierras en disputa”.

Haytham Abdo afirma que se trata de “la caída de una opción palestina empujada por regímenes árabes reaccionarios a un pantano de ilusión, que sólo resultaría en ahogamiento y muerte”. Sabe que no se puede esperar casi nada de los regímenes árabes que son funcionales al sionismo: “La expansión de las bases militares estadounidenses en la mayoría de los países árabes constituye un fuerte apoyo al enemigo sionista”.

Reconoce también: “La batalla del Diluvio de Al-Aqsa demostró con qué rapidez se movilizaron las potencias imperialistas por apoyar y respaldar la entidad sionista”; precisa que “algunos regímenes han establecido una línea de suministro y un puente directo a través de sus territorios para contrarrestar el bloqueo a la entidad (sionista)”.

La lucha palestina no empezó el 7 de octubre. Por eso afirma que “si el mundo no tendrá en cuenta los derechos de nuestro pueblo, no habrá estabilidad ni seguridad en la región ni en el mundo”. El FPLP no olvida que el enemigo es poderoso: “Sabemos que el campo del enemigo sionista-imperialista no retrocederá ni retirará fácilmente”, sin embargo, agrega que “estos extremistas están actuando contra toda la humanidad y cavan la tumba de la entidad con sus propias manos”.

LISTA DE ENTREVISTADOS

Sheik Ali Abou Shahin, miembro del buró político del Movimiento Jihad Islámico (noviembre de 2023, Beirut, Líbano).

Ali Faysal, miembro del buró político del Frente Democrático para la Liberación de Palestina -FDLP- y vicepresidente del Consejo Nacional Palestino. (noviembre de 2023, campamento de refugiados palestinos de Mar Elías).

Hassan Alayan, de la Asociación Nacional de Medios. Experto en Hizbollah
(noviembre de 2023, Líbano).

Khaled Qadomi, vocero del Movimiento de Resistencia Islámica, Hamas (diciembre de 2023, Johannesburgo, Sudáfrica).

Haytham Abdo, miembro del Comité Central del Frente Popular para la Liberación de Palestina, FPLP febrero de 2024, desde Beirut, Líbano.