Víctor de Currea-Lugo | 9 de mayo de 2021
Hace poco estuve en Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, y conversé con mucha gente. Es interesante que la gente tenga más preguntas que respuestas, pero la agudeza de sus interrogantes sobre la negociación del paro nacional me resulta más diciente que eventuales respuestas. Aquí algunas de esas preguntas, incluyendo (para ser sincero) mis propias dudas.
1. Sobre las protestas
¿Qué derecho se ha conseguido sin, por lo menos, obstruir una calle? ¿Por qué hay un oportunismo pacifista que no entiende que el Estado es por definición violento? Yo entiendo que se quejen del bloqueo de ambulancias, pero ¿por qué esa doble moral de mencionarlo con insistencia y haberse callado durante tantos años de los «paseos de la muerte» que deja la ley 100?
¿Por qué no entendemos que esa protesta, profundamente urbana y barrial, no está organizada precisamente porque obedece a un descontento legítimo que tampoco necesita de unas organizaciones registradas ante la Cámara de Comercio para poder decir algo?
¿Cómo es posible hacer una protesta social no violenta frente a unas élites violentas que nunca han cedido a la no violencia? ¿Cómo es posible que una generación de viejos que no hicieron bien ni la guerra ni la paz quiera explicarles a los jóvenes cómo cambiar el país?
¿Por qué los medios de comunicación muestran horas y horas y se centran en las consecuencias de las protestas pero muy pocos en las causas? ¿Por qué los medios de comunicación son capaces de mostrar un CAI vandalizado y al mismo tiempo los manifestantes mostrar que el lugar se encuentra en buen estado?
¿Por qué el desabastecimiento histórico de la Guajira o Guaviare no aparece en las noticias, pero sí supuestos desabastecimientos fruto del paro? ¿Qué tan real es el desabastecimiento y qué tanto es una creación mediática para desgastar el paro?
¿Por qué insisten en que los empresarios son los que generan riqueza y se olvidan de que una fábrica puede funcionar sin jefes, pero los jefes no pueden ganar sin obreros? ¿Por qué ahora salen a defender las pymes ante el impacto de un bloqueo, luego de haberlas abandonado durante toda la pandemia?
¿Por qué repentinamente a las élites les importa el mercado agrícola en medio del paro, pero permitieron los tratados de libre comercio que inundan el mercado colombiano de productos agrícolas extranjeros?
¿Por qué gastamos tanto esfuerzo en los chats diciéndonos entre nosotros lo que hay que hacer cuando la realidad de la calle sigue su propio camino? ¿Por qué ciertos círculos autoritarios y neoliberales posan ahora de demócratas? ¿Es consciente el uribismo de que al haber entregado a Procuraduría y la Defensoría a sus propios cuadros estas instituciones perdieron cualquier capacidad de mediación?
2. Sobre la agenda
¿Por qué nos cuesta trabajo entender que muchísimas cosas que reclama la gente están en la Constitución Política y los Acuerdos de La Habana? ¿Por qué no entienden que nadie va a poder ser legítimo en esta negociación si no tiene una legitimidad en la agenda y una postura de condena inmediata de la violencia del Estado?
¿Por qué no aprendemos de las movilizaciones del pasado cuando el Gobierno ofrecía migajas sector por sector, o región por región, para fomentar la división? ¿Por qué se empieza a erigir una narrativa de que el paro indefinido es una negación de la negociación cuando las dos cosas pueden convivir, como han convivido muchas cosas al tiempo en Colombia?
¿Por qué hay un tufillo de ciertas declaraciones de que el fracaso del paro es necesariamente un fracaso electoral como juntando la lucha social con una mirada electorera desde ya? ¿Por qué un sector de la izquierda se une en las luchas sociales durante tres años y luego es capaz de sacrificar esas luchas cuando empieza la carrera electoral?
¿Por qué no quiere entenderse que el país va más allá de Bogotá y que el diálogo real y útil necesita mirar y escuchar al Catatumba, a Cali, a Chocó, a Nariño y al resto del país? ¿Por qué entre la posibilidad de un diálogo útil y el ritual vacío de verse los mismos con las mismas, el Gobierno y algunos sectores políticos insisten en lo segundo?
3. Sobre la represión
¿Por qué Uribe tuitea y luego Duque ordena? ¿Por qué las fuerzas militares en Colombia siguen bajo el control del que lloró la muerte del asesino Popeye? ¿Por qué se utilizan helicópteros militares para llevar logística antidisturbios a la policía cuando estos tienen sus propios helicópteros?
¿Por qué los que repiten sistemáticamente la palabra “vándalos” no mencionan nada sobre las evidencias de policía de civil que azuzan el caos y que, armados, incitan al vandalismo? ¿Por qué ese temor generalizado de los dirigentes políticos (con admirables excepciones) a condenar abiertamente la brutalidad policial? ¿Por qué gobiernos locales teóricamente progresistas tampoco hacen esta condena?
¿Por qué hay un afán soterrado de algunas fuerzas políticas de priorizar eso que llaman la «institucionalidad» sobre la vida de las personas? ¿Cómo hace el Defensor del Pueblo para atender la crisis desde su finca en Anapoima y por qué no se ruboriza al reportar cifras menores sobre la crisis?
¿Por qué se les exige a las guerrillas parar la violencia como gesto de paz antes de negociar, pero no se le exige eso al Gobierno de Duque? ¿Por qué en la Luna (Cali), donde hay un inmenso despliegue de Fuerza Pública, hay tanto civil armado que nadie detiene disparando a los manifestantes?
¿Cuál es el riesgo de que en aras de “salvar el país” se establezca un nuevo Frente Nacional excluyente y autoritario? ¿Por qué el centro democrático, que quiere resolver todo a bala y autoritarismo, está ahora llamando al dialogo? ¿Será que están de verdad tan asustados?
4. Sobre la negociación
¿Por qué hay algunos interesados en legitimar la propuesta de diálogo de Duque que es esencialmente igual a la farsa que hizo en el 2019 y que obviamente dará los mismos resultados?
¿Por qué persisten las reuniones políticas y no con sectores sociales para darle una salida al conflicto? ¿Siguen sin entender que eso solo ahonda las tensiones? ¿Podríamos esperar una propuesta antineoliberal de una reunión negociadora entre César Gaviria, Ernesto Samper, Juan Manuel Santos e Iván Duque?
¿Por qué Duque incluye en su agenda de negociación cosas que el Estado está obligado a garantizar independientemente del paro? ¿Cómo creerle a un presidente que prometió más salarios y menos impuestos e hizo lo contrario?
¿Por qué será que algunos adultos centralistas quieren negociar a nombre de jóvenes de todo el país? ¿Por qué el urgente diálogo necesario no está dirigido por el propio Duque o su gabinete sino por el Comisionado de Paz quitándole así peso a las negociaciones?
¿Por qué si un Gobierno criminal y despojador tambalea algunos corren con artilugios a auxiliarlos, acaso son de los que matan el tigre y se asustan con el cuero? ¿Por qué algunos sectores del Comité del Paro no entienden que ellos representan a una parte de la sociedad pero no a todos los que están en la calle?
Y finalmente ¿cómo se van a recoger las conclusiones de las asambleas populares que van creciendo en el país de la gente que está en las calles y que es precisamente la agenda más genuina de este paro?
PD: vi esto en un cartel de la marcha: «Mi mayor miedo es que esto pare y todo siga igual».