Vñictor de Currea-Lugo | abril de 2003
El derecho a la salud en Colombia: Diez años de frustraciones. ¿Por qué preguntarle al derecho lo que se le debía preguntar a la ciencia política? ¿Por qué preguntarle al derecho lo que es materia de la economía?
Primero, porque es lícito preguntarle al derecho, pues estamos ante un asunto sobre el cual en todas las partes del mundo hay normas (justas o injustas, pero normas) sobre la salud, y porque el marco de hoy día es el del llamado Estado de derecho; segundo, porque la economía y la ciencia política (por lo menos una tendencia importante) parecen no dar la respuesta adecuada a la “necesidad” de las personas enfermas sino a la preocupación del dueño de la clínica (preocupación que también es válida y que no desconocemos); y tercero, porque en esta dinámica tarde o temprano, esta señora que llama a la puerta de la economía sin hallar una respuesta satisfactoria y luego a la puerta de la ciencia política, termina por llamar a la puerta del derecho y el derecho tendría que responder.
Citando a Rubio Llorente, creemos en “la necesidad, inexcusable en un Estado de derecho, de dar solución jurídica a todos los conflictos imaginables”.
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