Víctor de Currea-Lugo | 23 de octubre de 2023
El pasado sábado 21 de octubre, nos dimos cita frente a la embajada del Estado de Palestina, en Bogotá. Esta marcha, como algunos plantones y velatones, no tiene dueño. Simplemente surgen, inevitables como el amanecer.
Las frases más cantadas fueron: «No es una guerra, es un genocidio»; «Hay que romper, hay que romper, con el Estado de Israel»; «No al genocidio«; «¿Y dónde están, que no se ven, las sanciones a Israel?». Y la que más me motivó: «Y por la paz, y por la vida, colombianos apoyando a Palestina».
Un vendedor me increpó para decirme que el defendía a Israel «porque así lo decía la Biblia»; yo le recomendé que se leyera, también en la Biblia, donde hablan del falso judío y la falsa sinagoga.
Hay quienes tratan de decir cómo tiene que ser Palestina; yo creo en la autodeterminación de los pueblos, que ellos sean los que decidan lo que quieran ser. Imponer socialismo es como imponer religión. Sólo pido que sean soberanos, libres e independientes.