Angry Birds o los pájaros suicidas

Víctor de Currea-Lugo | 31 de mayo de 2016

Los Angry Birds (que casi nadie nombra en español) son altamente adictivos y fácilmente generan simpatía. El juego fue creado en 2009 en Finlandia, y tenía ya, en 2012, más de un billón de descargas, convirtiéndose en unos de los juegos virtuales más famosos de la historia. Son un grupo de pájaros víctimas de un robo y que optan por la violencia como forma de gestionar su conflicto con los ladrones de sus huevos: un grupo de cerdos verdes.

Los preciados tesoros, sus huevos, son el símbolo de su futuro y de su perpetuación como especie. Y en eso radica su dolor: el ego herido en el robo, más la amenaza a su supervivencia. En el escenario no hay Estado de derecho ni asomo de instancias que administren justicia. Queda pues el camino libre para la justicia por mano propia. El problema es que la opción de los Angry Birds es morir matando. Son pájaros suicidas, una mezcla entre kamikazes japoneses y terroristas afganos.

La acción violenta no tiene como objetivo inmediato recuperar los huevos robados sino matar cerdos. No es suficiente con herirlos, sólo se gana si éstos son arrasados. Los puntos son proporcionales al nivel de destrucción de sus escondites. Un cerdo herido no es sinónimo de triunfo sino de derrota, ya que obliga al jugador a repetir el nivel.

Del lado de los ladrones, no hay un pájaro bueno. No hay ningún tipo de distinción frente al enemigo. Luego de ciertos niveles ya se olvida la causa inicial de la confrontación, ésta ya se alimenta así misma, se perpetúa automáticamente. Los huevos desaparecen como fin del imaginario del jugador, que centra entonces todos sus esfuerzos en coleccionar cerdos muertos. No es justicia, es venganza.

Los Angry Birds tienen diferentes cualidades determinadas por su capacidad de daño, y su presencia varía de nivel a nivel: unos azulejos se dividen en tres en el momento de ser expulsados desde sus caucheras gigantes hacia los cerdos, como una bomba racimo; los cuervos son literalmente pájaros-bomba que explotan a voluntad del jugador; los canarios aumentan su velocidad para perforar la madera; los tucanes son pájaros-boomerang; las gallinas utilizan sus huevos como proyectiles que explotan al tocar tierra; etc. Si los huevos importan, ¿por qué el pájaro blanco los usa como bombas?

Ahora se planea la construcción de parques temáticos de los Angry Birds, su comercialización actual incluye peluches, nuevas versiones virtuales del juego, llaveros, camisetas, cojines y toda una gama de productos que invaden el mercado. Ahora en mayo estrenan película. La idea es simple, el objetivo es la venganza, las variables en esencia son pocas, la meta es sencilla y los mecanismos de desquite limitados. La pregunta es ¿por qué gustan tanto?

Fuente:https://www.las2orillas.co/angry-birds-o-los-pajaros-suicidas/